¡Oh bien eres religioso o serás condenado!
Siempre hay una persona que dice: "¿Qué de malo puede haber en el disfrute de mi mismo por un tiempo? No le hago ningún mal a nadie; no quiero ser religioso o religiosa ¡oh convertirme en uno de ellos! Si yo no voy a los bailes, viviré en el mundo como alguien muerto! "
Mi buen amigo estás equivocado. ¡Oh bien eres religioso o serás condenado! ¿Qué es una persona religiosa? no es, más que una persona que cumple con sus obligaciones como cristiano. Podrías decir que no lograre nada hablándote de los bailes y que no ganaras ni más ni menos sobre ellos. Te equivocas nuevamente. Ignorando o despreciando las instrucciones de tu pastor, atraerás nuevos castigos de Dios hacia ti, y yo, por mi parte, lograre mucho por el cumplimiento de mis deberes.
En la hora de mi muerte, Dios no me preguntara si no has cumplido con tus deberes, si no, si te he enseñado lo que debes hacer para cumplir con tus obligaciones. Dices, también, ¿que yo nunca romperé tu obstinación por el placer hasta el punto de hacerte creer que hay algo malo en bailar? Bueno, ese es tu problema. En lo que a mí respecta, es suficiente para mi decirte que de tal manera me asegure que al hacer esto yo estoy haciendo todo lo que debo hacer. Eso no te debe molestar; tu pastor está haciendo su trabajo. Pero, podrías decir, los mandamientos de Dios no prohíben el baile, ni la santa Escritura tampoco. Quizás no la has examinado correctamente. Sígueme por un momento y miraras que no hay un mandamiento de Dios que no sea violado a casusa del baile o se profane algún sacramento.
Tu al igual que yo sabemos que esta clase de locuras y extravagancias insensatas no son ordinariamente permitidas, sin embargo los Domingos y Días de Fiesta. ¿Qué harán un jovencito y jovencita que han decidido ir a bailar? ¿Qué amor tendrán por Dios? Sus mentes estarán enteramente ocupadas con sus preparaciones para atraer a la gente con quien se van a encontrar. vamos a suponer que dirán sus oraciones ¿como las dirán? ¡hay de mi! ¡solo Dios sabe eso! Además, ¿Qué amor se pudiera sentir hacia Dios de alguien quien está pensando y respirando nada más que el amor por el placer y las Creaturas? Tu admitirás que es imposible de complacer a Dios y al mundo. Eso nunca podrá ser.
Dios prohíbe jurar en vano. ¡Ay de mi! ¡Qué pelea, el jurar, el blasfemar surgen entre los jóvenes que están en tales reuniones! ¿No has tu regularmente discutido o peleado ahí? ¿Quién podría contar los crímenes que han cometido en estas reuniones diabólicas? El tercer mandamiento nos ordena santificar el día santo del Domingo. Puede alguien realmente creer que un muchacho que ha pasado varias horas con una muchacha, cuyo corazón es como un horno, ¿Realmente cumple este precepto? San Agustín, tiene una buena razón para decir que el hombre está mejor trabajando la tierra y las mujeres cumpliendo con sus labores que ir a bailar: habría menos maldad. El cuarto mandamiento de Dios ordena a los hijos honrar a sus padres. estos jóvenes que frecuentan los bailes, tienen ellos el respeto y sumisión hacia los deseos de sus padres. ¿Deseos que deberían tener? No, seguramente no, les causan máxima preocupación y máxima angustia entre la manera que ellos desprecian los deseos de su padres y la manera en que malgastan su dinero, mientras algunos veces hasta hirientes con sus maneras de responder y ver a sus padres. ¿Qué dolor no sentirán los padres, eso es, si su fe no es aun extinguida, al mirar a sus hijos entregarse a tales placeres o, para hablar más claro, de tales maneras escandalosas? Estos jóvenes ya no son mas cielo-quebrantado, pero están en engorde al infierno. Vamos a suponer que los padres no han perdido la fe.... ¡Ay de mi! ¡yo no me atrevo a ir más lejos!....¡Que padres tan ciegos!....¡Que hijos tan perdidos!......
¿No hay algún lugar, algún tiempo, alguna ocasión donde tantos pecados de impuridad son cometidos en los pacillos de bailes y sus secuelas? ¿Acaso no son en estos lugares en donde se encuentran las personas que violentamente piden ir en contra de la pureza y virtud Santa? ¿en donde están los sentidos tan fuertemente urgidos al exaltamiento del placer? Si nos acercamos un poco más a ver esto, ¿no deberíamos casi morirnos de tantos crímenes que son cometidos?¿ No son estas reuniones en donde el diablo tan furiosamente enciende el fuego de la impureza en los corazones de los jóvenes para poder devorar en ellos la gracia del Bautismo? ¿No es ahí donde el infierno cautiva tantas almas según el desee? Si a pesar de la ausencia de ocasiones y las ayudas de oración, un cristiano tiene tanta dificultad en preservarse puro de corazón, ¿cómo puede el posiblemente preservar esa virtud en medio de tantas fuentes que son capaces de destruirlo?
"Mira" dice San Juan Crisóstomo," esta joven mujer de mundo, o quizás a esta marca encendida de lumbre diabólica quien por su belleza y su flamante atuendo en el corazón de ese joven el fuego de concupiscencia. ¿Que no se ven, uno tanto como el otro, buscando agradarse uno al otro por sus suspiros y galanterías y todo tipo de trucos y astucias? Cuenta desafortunado pecador, si puedes, el numero de tus malos pensamientos, de tus deseos perversos y tus acciones pecadoras. No es que oíste esos suspiros que dan placer al oído, que encienden y queman los corazones y hacen de estos montajes hornos de desvergüenza.
¿No está ahí, mi querido Hermano, el crimen, el cual muy pronto, como un torrente o un rio rompiendo sus orillas, inundara, arruinara, y envenenara todo sus alrededores? Sigan, desvergonzados padres y madres, prosigan hacia el infierno, donde la furia de Dios les espera, ustedes y todos las buenas acciones que han hecho al dejar a sus hijos tomar tales riegos. Prosigan, Ellos no se tardaran en reunirse con ustedes, puesto que ustedes han marcado el camino plenamente para ellos. ¡vayan y cuenten el numero de años que sus jóvenes han perdido, vayan frente a su Juez para cuenta de sus vidas y verán que su pastor tenia razón al prohibirles este tipo de placeres diabólicos!...
¡Dices, que exagero y que estoy inventando más de lo que en realidad es!
¿ Que yo digo mucho al respecto? Muy bien, entonces escuchen. ¿Los Santos padres de la Iglesia a caso dijeron mucho al respecto? San Efraín nos dice que el bailar es la perdición de jovencitas y mujeres, la ceguera del hombre, el dolor de los Ángeles y el gusto de los demonios.¿oh Dios, verdaderamente puede alguien tener sus ojos hechizados a tal extremo que aun no puedan creer que no hay ningún mal en esto? Dime pues ¿a qué renunciaste el día de tu Bautismo? O ¿en qué condiciones fuiste Bautizado? ¿Que no fue en la condición de que hicieras un voto ante el cielo y la tierra en la presencia de Jesucristo, ante el altar, renunciando a Satanás y todas sus obras y pompas, por toda la vida o en otras palabras que tu renunciarías al pecado y los placeres y vanidades del mundo?
Acaso no fue qué prometiste estar dispuesto a seguir los pasos de un Dios Crucificado? bien entonces, ¿Acaso esto no viola sinceramente las promesas hechas en el Bautismo y profana este Sacramento de misericordia?¿Acaso no se profana el Sacramento de Confirmación al intercambiar la Cruz de Jesucristo la cual recibiste, por vanidad vestuario llamativo al estar avergonzado de esa cruz, la cual debería ser tu Gloria y tu felicidad?
San Agustín nos dice que esos que van a bailes verdaderamente renuncian Jesucristo para entregarse al Diablo. ¡Qué cosa tan horrorosa! Renunciar a Dios después de haberlos recibido en sus corazones. "Ahora" dice San Efraín "ellos se unen a Jesucristo y mañana al Diablo."
¡Ay de mi! ¡Qué Judas es esa persona quien después de recibir a nuestro Señor va entonces a venderse a Satanás en estas reuniones, donde el se estará reuniendo con todo lo que es cruel! y cuando se trata del Sacramento de la penitencia, ¡Que contradicción en tal vida! un Cristiano, quien después de un solo pecado debería pasar el resto de su vida en arrepentimiento, ¡piensa solo en entregarse a todos esos placeres del mundo! Un gran numero profana el Sacramento de Extrema Unción al hacer movimientos indecentes con los pies, las manos y todo el cuerpo, el cual un día debe ser Santificado por los Santos Olios. ¿No es el Sacramento de la Orden Sagrada insultado por el desdén con el cual las instrucciones del Pastor son consideradas? Pero cuando se trata del Sacramento del matrimonio, ¡Ay de mi! ¿Qué infidelidades no son contempladas en estas reuniones? parece ser entonces que todo es permitido. Que tan ciego tiene alguien que estar quien piensa que no hay daño en esto...
El cónsul de aix-la ciudad chapelle prohíbe el baile, hasta en las bodas. .
Y San Carlos Borroneo, el arzobispo de Milán, dice que tres años de penitencia a alguien quien bailo y si lo volvía hacer se le advirtió de ser excomulgado. Si no había mal en ello, ¿entonces los Santos padres y la Iglesia estaban equivocados? ¿Pero quién dice que no hay mal en ello? Solo podría ser alguien libertino, o una mujer de la calle, quienes están tratando de limpiar su culpa de conciencia lo mejor que pueden. Bueno hay sacerdotes, dicen ustedes, quienes no hablan de eso en la confesión o quien, sin permitirlo no reúsan la absolución de esto. Ah, no sé si hay sacerdotes tan ciegos, pero si estoy seguro que las personas que van en busca de sacerdotes liberales; entregados a este mundo, están buscando su pasaporte al infierno. De mi parte, si yo fui a bailar, yo no querría recibir la absolución sin tener una determinación real para no regresar a bailar.
Escucha a San Agustín y veras si el baile es una buena acción. El nos dice que "El baile es la ruina de las almas, el reverso de toda decencia, un espectáculo vergonzoso, una profesión publica criminal." San Efraín le llama "la ruina de los buenos modales y el enriquecimiento de inmoralidad" San Juan Crisóstomo: "una escuela de impureza pública", Tertuliano: El templo de Venus, El tribunal de desvergüenza, y la ciudad de todas las depravaciones."
"Aquí esta una muchacha que baila", dice San Ambrosio, "Pero ella es la hija de una adultera, porque una mujer Cristiana le ensenaría a su hija modestia, un sentido propio de vergüenza, y no el baile!" ¡Por desgracia! Cuantas jóvenes hay que desde que han estado yendo a bailes no frecuentan los Sacramentos, ¡oh lo hacen solo para profanarlos! ¡Cuántas almas pobres hay quienes han perdido su religión y su fe! Cuantos nunca abrirán sus ojos a su estado infeliz excepto cuando estén cayendo al infierno!...
Por esto es indispensable poner un exquisito cuidado en gobernarla, y al efecto valerse del consejo que da San Bernardo, diciendo: Pasar dos veces por la lima lo que una sola vez ha de pronunciar la lengua. Dando a entender que antes que hables has de considerar con el entendimiento si lo que vas a decir es o no según la voluntad de Dios, si será de provecho o de daño al prójimo. Con esta reflexión evitaras muchas palabras de las que, después de dichas, te habría pesar. Habla, pues, poco, conforme al consejo de Séneca, que decía: Jamás me pesó de haber callado, pero sí de haber hablado. Y el Espíritu Santo asegura que hablando mucho no faltan pecados. Calla, pues, repito, y no hables si necesidad, caridad u obediencia, y al efecto puedes valerte de las advertencias siguientes:
