"POR LA CONVERSION DE LOS INFIELES"

¡Dios te salve, María, Virgen y Madre de Dios! Aunque miserable pecador, vengo con la mayor confianza a postrarme a vuestros pies santísimos, bien persuadido de ser por ti socorrido de que eres la que, con tu gracia y protección poderosa, alcanzas al género humano todas las gracias del Señor. Y si estas suplicas no bastaran pongo por medianeros y abogados a los nueve coros de los Ángeles, a los Patriarcas, y Profetas, a los Apóstoles y Evangelistas, a los Mártires, Pontífices y Confesores; a las Vírgenes y Viudas; a todos los Santos del Cielo en especial al Cura de Ars, Santa Filomena, San Francisco de Asís, San Benito y justos de la tierra. Cuiden de esta página y de lo que aquí se publica para el beneficio de los fieles de la Iglesia Católica; con el único fin de propagar la fe. Que, esta página sea, Para Mayor Gloria de Dios.

jueves, 21 de enero de 2010

¡Dame un ejército rezando el Santo Rosario y conquistare el Mundo!
Cuando el alma quisiera decir tantas cosas
y no puede más que guardar silencio…
Entonces es tiempo de acudir a nuestra Madre
para que sea Ella, quien hable y diga lo que nuestra alma no puede decir…





Se unen para Ofrecer un Ramillete de 10,000 Rosarios a nuestra Madre del Cielo en favor de todas las intenciones Espirituales y Corporales de Nuestro Reverendísimo Thomas J. Olmsted Obispo de Phoenix.

Especialmente para manifestarle nuestro agradecimiento a toda su Bondad al concedernos la alegría de vivir nuestra Fe, como verdaderos hijos y herederos del Padre Celestial. Igualmente pediremos 10 Misas Tridentinas por las intenciones de Nuestro Reverendísimo Thomas J. Olmsted Obispo de Phoenix.

Todas estas Santas Misas se ofrecerán en Santa Catalina de Siena a la 5:30 pm

02/08/10 Por las intenciones de Nuestro Reverendísimo Thomas J. Olmsted
Obispo de Phoenix, Arizona

02/10/10 Por las intenciones de Nuestro Reverendísimo Thomas J. Olmsted
Obispo de Phoenix, Arizona

02/12/10 Por las intenciones de Nuestro Reverendísimo Thomas J. Olmsted
Obispo de Phoenix, Arizona

02/22/10 Por las intenciones de Nuestro Reverendísimo Thomas J. Olmsted
Obispo de Phoenix, Arizona

03/01/10 Por las intenciones de Nuestro Reverendísimo Thomas J. Olmsted
Obispo de Phoenix, Arizona

03/03/10 Por las intenciones de Nuestro Reverendísimo Thomas J. Olmsted
Obispo de Phoenix, Arizona

03/08/10 Por las intenciones de Nuestro Reverendísimo Thomas J. Olmsted
Obispo de Phoenix, Arizona

03/10/10 Por las intenciones de Nuestro Reverendísimo Thomas J. Olmsted
Obispo de Phoenix, Arizona

03/15/10 Por las intenciones de Nuestro Reverendísimo Thomas J. Olmsted
Obispo de Phoenix, Arizona

03/19/10 Por las intenciones de Nuestro Reverendísimo Thomas J. Olmsted
Obispo de Phoenix, Arizona


No tengan Miedo... estas eran las palabras de Juan Pablo II pidamos a nuestra Madre; Ella, Nuestra Madre la poseedora de todas las gracias; nos escuchara.


¡Dame un ejército rezando el Santo Rosario y conquistare el Mundo!

Papa Pio IX


Jesús dijo a sus discípulos: Pidan y se les dará, (Mateo 7:7-12) eso es lo que nos propone, la necesidad de orar para obtener favores del cielo. Les invitamos a unirse a nuestra Ofrenda de Amor

• Por más Sacerdotes Santos
• Por la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María
• Por más Vocaciones Sacerdotales
• Por más Obispos Santos
• Por más Familias Cristianas
• Por un Sí, a La Vida
• Por un Si, al verdadero Matrimonio cristiano
• Por un Sí, a la vida Sacramental

• No, Al Aborto
• No, Al Matrimonio falso entre el mismo sexo
• No al Racismo
• No, a la indiferencia
• No, a la eutanasia
• No, a la falsa fe

Que nuestra vida cotidiana sea un testimonio de nuestra fe a través de una vida Sacramental que junto con la piedad, y la devoción muestren al mundo entero cuanto amamos a Jesús.


"Pidamos que así como asistió al Santo Papa Pio V en el milagro de Lepanto, Así también a nosotros nos asista en estos momentos de tribulación para nuestra Iglesia"

Para Dios nada es imposible Él será quien colme de eternas bendiciones a nuestro Obispo, nuestra Diócesis, Nuestros Sacerdotes y nuestras familias.

¡Es tiempo de acudir a nuestra Madre!

Ya hemos tenido muchas advertencias por ahora mencionare dos una en Nuestra Virgen de la Salette y en Nuestra Virgen de Fátima. (para mas información de estas apariciones presionen en los nombres de la virgen)


Les doy mil gracias por su atención al recibir esta suplica, tengo plena confianza que todos movidos por el Espíritu Santo pediremos por estas intenciones para el beneficio de nuestras familias cristianas, especialmente por la salvación de nuestras almas.

Que Dios nuestro Señor lleno de Misericordia y María Santísima les bendiga a todos ustedes y a sus apreciables familias.


Atte. Comunidad de Santa Catalina de Siena,



P.D. ¿Quién es ofrenda de amor? (somos madres, Padres, esposas, esposos, hombres y mujeres, niños y jóvenes con un mismo anhelo, con una misma Fe ,con un mismo amor.)

Si alguno de ustedes le gustaría comprometerse a rezar cierto número de rosarios por esta intención por favor mándenme un correo electrónico con su información para ponerla en esta ofrenda de amor a María Santísima. O si lo prefieren a forma de comentario con este formulario.

Ofrenda de Amor

10,000 Rosarios A María Santísima

En favor de todas las intenciones Espirituales y Corporales de Nuestro
Reverendísimo Thomas. J. Olmsted Obispo de Phoenix, Arizona.


Yo, _____________________me comprometo a rezar___________
de Rosarios_________________________________

Nombre de Parroquia (o grupo) _______________________________

martes, 19 de enero de 2010

San Pío V
Sumo Pontífice
(1572)

Es interesante el mensaje que el Pontífice envió felicitando
a los ejércitos vencedores. Dice así:
"No fueron las técnicas, no fueron las armas,
las que nos consiguieron la victoria.
Fue la intercesión de la Santísima
Virgen María, Madre de Dios".

Oracion


En este tiempo de tanta proliferación de protestantismo por todas partes, que este valiente defensor de la Iglesia ruegue por nosotros.
"Si tu haces algo por la Virgen María, la Virgen hará mucho por ti"

Historia

Pío significa: el piadoso que cumple bien sus deberes con Dios. Se llama Quinto, porque antes de él hubo otros cuatro Pontífices que llevaron el nombre de Pío.
Nació en un pueblo llamado Bosco, en Italia, en 1504. Sus padres eran muy piadosos pero muy pobres. Aunque era un niño muy inteligente, sin embargo hasta los 14 años tuvo que dedicarse a cuidar ovejas en el campo, porque los papás no tenían con qué costearle estudios. Pero la vida retirada en la soledad del campo le sirvió mucho para dedicarse a la piedad y a la meditación, y la gran pobreza de la familia le fue muy útil para adquirir gran fortaleza para soportar los sufrimientos de la vida. Más tarde será también Pastor de toda la Iglesia.


Una familia rica notó que su hijo Antonio se comportaba mejor desde que era amigo de nuestro santo, y entonces dispuso costearle los estudios para que acompañaran a Antonio y le ayudara a ser mejor. Y así pudo ir a estudiar con los Padres Dominicos y llegar a ser religiosos de esa comunidad. Nunca olvidará el futuro Pontífice este gran favor de tan generosa familia. En la comunidad le fueron dando cargos de muchos importancia: Maestro de novicios, Superior de varios conventos. Y muy pronto el Sumo Padre, el Papa, lo nombró obispo. Tenía especiales cualidades para gobernar.
Como el protestantismo estaba invadiendo todas las regiones y amenazaba con quitarle la verdadera fe a muchísimos católicos, el Papa nombró a nuestro santo como encargado de la asociación que en Italia defendía a la verdadera religión. Y él, viajando casi siempre a pie y con gran pobreza, fue visitando pueblos y ciudades, previniendo a los católicos contra los errores de los evangélicos y luteranos, y oponiéndose fuertemente a todos los que querían atacar nuestra religión. Muchas veces estuvo en peligro de ser asesinado, pero nunca se dejaba vencer por el temor. Con los de buena voluntad era sumamente bondadoso y generoso, pero para con los herejes demostraba su gran ciencia y sus dotes oratorias y los iba confundiendo y alejando, en los sitios a donde llegaba.


El Papa, para premiarles sus valiosos servicios y para tenerlo cerca de él como colaborador en Roma, lo nombró Cardenal y encargado de dirigir toda la lucha en la Iglesia Católica en defensa de la fe y contra los errores de los protestantes.
Al morir el Papa Pío IV, San Carlos Borromeo les dijo a los demás cardenales que el candidato más apropiados para ser elegido Papa era este santo cardenal. Y lo eligieron y tomó el nombre de Pío Quinto. Antes se llamaba Antonio Chislieri.

Antes se acostumbraba que al posesionarse del cargo un nuevo Pontífice, se diera un gran banquete a los embajadores y a los jefes políticos y militares de Roma. Pío Quinto ordenó que todo lo que se iba a gastar en ese banquete, se empleará en darles ayudas a los pobres y en llevar remedios para los enfermos más necesitados de los hospitales.

Cuando recién posesionado, iba en procesión por Roma, vio en una calle al antiguo amigo Antonio, aquel cuyos papás le habían costeado a él los estudios y lo llamó y lo nombró gobernador del Castillo Santángelo, que era el cuartel del Papa. La gente se admiró al saber que el nuevo Pontífice había sido un niño muy pobre y comentaban que había llegado al más alto cargo en la Iglesia, siendo de una de las familias más pobres del país.

Pío Quinto parecía un verdadero monje en su modo de vivir, de rezar y de mortificarse. Comía muy poco. Pasaba muchas horas rezando. Tenía tres devociones preferidas La Eucaristía (celebraba la Misa con gran fervor y pasaba largos ratos de rodillas ante el Santo Sacramento) El Rosario, que recomendaba a todos los que podía. Y la Santísima Virgen por la cual sentía una gran devoción y mucha confianza y de quién obtuvo maravillosos favores.

Las gentes comentaban admiradas: - Este sí que era el Papa que la gente necesitaba". Lo primero que ordenó fue que todo obispo y que todo párroco debía vivir en el sitio para donde habían sido nombrados (Porque había la dañosa costumbre de que se iban a vivir a las ciudades y descuidaban la diócesis o la parroquia para la cual los habían nombrado). Prohibió la pornografía. Hizo perseguir y poner presos a los centenares de bandoleros que atracaban a la gente en los alrededores de Roma. Visitaba frecuentemente hospitales y casas de pobres para ayudar a los necesitados. Puso tal orden en Roma que los enemigos le decían que él quería convertir a Roma en un monasterio, pero los amigos proclamaban que en 300 años no había habido un Papa tan santo como él. Las gentes obedecían sus leyes porque le profesaban una gran veneración.

En las procesiones con el Santísimo Sacramento los fieles se admiraban al verlo llevar la custodia, con los ojos fijos en la Santa Hostia, y recorriendo a pie las calles de Roma con gran piedad y devoción. Parecía estar viendo a Nuestro Señor.
Publicó un Nuevo Misal y una nueva edición de La Liturgia de Las Horas, o sea los 150 Salmos que los sacerdotes deben rezar. Publicó también un Catecismo Universal. Dio gran importancia a la enseñanza de las doctrinas de Santo Tomás de Aquino en los seminarios, porque por no haber aprendido esas enseñanzas muchos sacerdotes se habían vuelto protestantes.

Aunque era flaco, calvo, de barba muy blanca y bastante pálido las gentes comentaban: "El Papa tiene energías para diez años y planes de reformas para mil años más".

Los mahometanos amenazaban con invadir a toda Europa y acabar con la Religión Católica. Venían desde Turquía destruyendo a sangre y fuego todas las poblaciones católicas que encontraban. Y anunciaron que convertirían la Basílica de San Pedro en pesebrera para sus caballos. Ningún rey se atrevía a salir a combatirlos.

Pío Quinto con la energía y el valor que el caracterizaban, impulsó y buscó insistentemente la ayuda de los jefes más importantes de Europa. Por su cuenta organizó una gran armada con barcos dotados de lo mejor que en aquel tiempo se podía desear para una batalla. Obtuvo que la república de Venecia le enviara todos sus barcos de guerra y que el rey de España Felipe II le colaborar con todas sus naves de combate. Y así organizó una gran flota para ir a detener a los turcos que venían a tratar de destruir la religión de Cristo. Y con su bendición los envió a combatir en defensa de la religión.

Puso como condición para estar seguros de obtener de Dios la victoria, que todos los combatientes deberían ir bien confesados y habiendo comulgado. Hizo llegar una gran cantidad de frailes capuchinos, franciscanos y dominicos para confesar a los marineros y antes de zarpar, todos oyeron misa y comulgaron. Mientras ellos iban a combatir en las aguas del mar, el Papa y las gentes piadosas de Roma recorrían las calles, descalzos, rezando el rosario para pedir la victoria.

Los mahometanos los esperaban en el mar lejano con 60 barcos grandes de guerra, 220 barcos medianos, 750 cañones, 34,000 soldados especializados, 13,000 marineros y 43,000 esclavos que iban remando. El ejército del Papa estaba dirigido por don Juan de Austria (hermano del rey de España). Los católicos eran muy inferiores en número a los mahometanos. Los dos ejércitos se encontraron en el golfo de Lepanto, cerca de Grecia.

El Papa Pío Quinto oraba por largos ratos con los brazos en cruz, pidiendo a Dios la victoria de los cristianos. Los jefes de la armada católica hicieron que todos sus soldados rezaran el rosario antes de empezar la batalla. Era el 7 de octubre de 1571 a mediodía. Todos combatían con admirable valor, pero el viento soplaba en dirección contraria a las naves católicas y por eso había que emplear muchas fuerzas remando. Y he aquí que de un momento a otro, misteriosamente el viento cambió de dirección y entonces los católicos, soltando los remos se lanzaron todos al ataque. Uno de esos soldados católicos era Miguel de Cervantes. El que escribió El Quijote.

Don Juan de Austria con los suyos atacó la nave capitana de los mahometanos donde estaba su supremo Almirante, Alí, le dieron muerte a éste e inmediatamente los demás empezaron a retroceder espantados. En pocas horas, quedaron prisioneros 10,000 mahometanos. De sus barcos fueron hundidos 111 y 117 quedaron en poder de los vencedores. 12,000 esclavos que estaban remando en poder de los turcos quedaron libres.

En aquel tiempo las noticias duraban mucho en llegar y Lepanto quedaba muy lejos de Roma. Pero Pío Quinto que estaba tratando asuntos con unos cardenales, de pronto se asomó a la ventana, miró hacia el cielo, y les dijo emocionado: "Dediquémonos a darle gracias a Dios y a la Virgen Santísima, porque hemos conseguido la victoria".

Varios días después llegó desde el lejano Golfo de Lepanto, la noticia del enorme triunfo. El Papa en acción de gracias mandó que cada año se celebre el 7 de octubre la fiesta de Nuestra Señora del Rosario y que en las letanías se colocara esta oración "María, Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros" (propagador del título de Auxiliadora fue este Pontífice nacido en un pueblecito llamado Bosco. Más tarde un sacerdote llamado San Juan Bosco, será el propagandista de la devoción a María Auxiliadora).

Pío V murió el 1 de mayo de 1572 a los 68 años de edad y fue declarado santo por el Papa Clemente XI en 1712.

Fuente:EWTN