"POR LA CONVERSION DE LOS INFIELES"

¡Dios te salve, María, Virgen y Madre de Dios! Aunque miserable pecador, vengo con la mayor confianza a postrarme a vuestros pies santísimos, bien persuadido de ser por ti socorrido de que eres la que, con tu gracia y protección poderosa, alcanzas al género humano todas las gracias del Señor. Y si estas suplicas no bastaran pongo por medianeros y abogados a los nueve coros de los Ángeles, a los Patriarcas, y Profetas, a los Apóstoles y Evangelistas, a los Mártires, Pontífices y Confesores; a las Vírgenes y Viudas; a todos los Santos del Cielo en especial al Cura de Ars, Santa Filomena, San Francisco de Asís, San Benito y justos de la tierra. Cuiden de esta página y de lo que aquí se publica para el beneficio de los fieles de la Iglesia Católica; con el único fin de propagar la fe. Que, esta página sea, Para Mayor Gloria de Dios.

lunes, 6 de julio de 2009

CON MOTIVO DEL AÑO SACERDOTAL


Benedicto XVI concederá a los sacerdotes y fieles la indulgencia plenaria con motivo del Año Sacerdotal (19 de junio 2009 -19 de junio 2010) convocado en honor de San Juan María Vianney

El período comenzará con la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, «jornada de santificación sacerdotal», cuando el pontífice celebrará las Vísperas ante las reliquias del santo traídas a Roma por el obispo de Belley-Ars y concluirá en la plaza de San Pedro en presencia de sacerdotes de todo el mundo, que «renovarán la fidelidad a Cristo y el vínculo de fraternidad».

"Las Indulgecias"
1471 La doctrina y la práctica de las indulgencias en la Iglesia están estrechamente ligadas a los efectos del sacramento de la Penitencia.

Qué son las indulgencias:

"La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos."

"La indulgencia es parcial o plenaria según libere de la pena temporal debida por los pecados en parte o totalmente."

"Todo fiel puede lucrar para sí mismo o aplicar por los difuntos, a manera de sufragio, las indulgencias tanto parciales como plenarias". (CIC)

Las penas del pecado

1472 Para entender esta doctrina y esta práctica de la Iglesia es preciso recordar que el pecado tiene una doble consecuencia. El pecado grave nos priva de la comunión con Dios y por ello nos hace incapaces de la vida eterna, cuya privación se llama la "pena eterna" del pecado. Por otra parte, todo pecado, incluso venial, entraña apego desordenado a las criaturas que tienen necesidad de purificación, sea aquí abajo, sea después de la muerte, en el estado que se llama Purgatorio. Esta purificación libera de lo que se llama la "pena temporal" del pecado. Estas dos penas no deben ser concebidas como una especie de venganza, infligida por Dios desde el exterior, sino como algo que brota de la naturaleza misma del pecado. Una conversión que procede de una ferviente caridad puede llegar a la total purificación del pecador, de modo que no subsistiría ninguna pena (Cc. de Trento: DS 1712-13; 1820).

1473 El perdón del pecado y la restauración de la comunión con Dios entrañan la remisión de las penas eternas del pecado. Pero las penas temporales del pecado permanecen. El cristiano debe esforzarse, soportando pacientemente los sufrimientos y las pruebas de toda clase y, llegado el día, enfrentándose serenamente con la muerte, por aceptar como una gracia estas penas temporales del pecado; debe aplicarse, tanto mediante las obras de misericordia y de caridad, como mediante la oración y las distintas prácticas de penitencia, a despojarse completamente del "hombre viejo" y a revestirse del "hombre nuevo" (cf. Ef 4,24).

las siguientes indulgencias han sido autorizadas por nuestro Obispo Thomas J. Olmsted

A los sacerdotes, arrepentidos de corazón, que recen cualquier día las Laudes o Vísperas ante el Santísimo Sacramento expuesto a la adoración pública o en el sagrario y se ofrezcan (...) a la celebración de los sacramentos, sobre todo de la Confesión, se concederá indulgencia plenaria aplicable a los hermanos en el sacerdocio difuntos como sufragio, si, en conformidad con las disposiciones vigentes, se confiesan sacramentalmente, comulgan y rezan por las intenciones del Pontífice.

También se concede indulgencia parcial, siempre aplicable a los hermanos en el sacerdocio difuntos, cada vez que recen oraciones debidamente aprobadas para llevar una vida santa y cumplir los oficios que se les han confiado.

A todos los fieles realmente, arrepentidos de corazón que, en la iglesia o en el oratorio, asistan a la Santa Misa y ofrezcan por los sacerdotes de la Iglesia oraciones a Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote y cualquier obra buena realizada ese dia, se les concede indulgencia plenaria, siempre que se hayan confesado sacramentalmente y recen por las intenciones del Papa los días en que se abre y se clausura el año sacerdotal, en el día del 150 aniversario de la muerte de san Juan María Vianney, los primeros jueves del mes o cualquier otro día establecido por los Ordinarios de los lugares para la utilidad de los fieles».

Los ancianos, los enfermos y todos aquellos que por motivos legítimos no puedan salir de casa, podrán obtener la indulgencia plenaria, si, con ánimo alejado del pecado y el propósito de cumplir las tres condiciones necesarias, apenas les sea posible, «en los días indicados rezan por la santificación de los sacerdotes y ofrecen a Dios por medio de María, Reina de los Apóstoles, sus enfermedades y sufrimientos».

Asimismo, se concede la indulgencia parcial a todos los fieles cada vez que recen cinco Padrenuestros, Avemarías y Glorias, y otra oración debidamente aprobada «en honor del Sagrado Corazón de Jesús, para que los sacerdotes se conserven en pureza y santidad de vida».

Estos son los dias especiales para las indulgencias de los fieles:

19 de Junio Fiesta del sagrado Corazón de Jesús
1 de Julio Benito Junípero Serra
4 de Agosto San Juan Maria Vianney
23 de Septiembre San Padre Pio of Pietrelcina
28 de Octubre Santos Simón Y Judas
23 de Noviembre Beato Miguel Pro
12 de Diciembre Nuestra Señora de Guadalupe
5 de enero San Juan Neumann
22 de Febrero Cátedra de San Peter
17 de Marzo San Patricio
28 de Abril San Louis Marie de Monfort
21 de Mayo San Cristóbal Magallanes y
Acompañantes
19 de Junio, 2010 San Juan María Vianney

Este Decreto tiene vigor a lo largo de todo el Año sacerdotal. No obstante cualquier disposición contraria.

Dado en Roma, en la sede de la Penitenciaría apostólica, el 25 de abril, fiesta de San Marcos evangelista, año de la encarnación del Señor 2009.

Cardenal James Francis Stafford

Penitenciario mayor

1 comentario:

  1. Solo quiero hacer una invitación a todos mis amigos a que se unan este año. Y nos pongamos como meta única; el rezar por las intenciones de Nuestro Santo Papa Benedicto XI y por nuestros sacerdotes, seminaristas, religiosos (as) y por mas vocaciones sacerdotales. Les invito a que no perdamos más tiempo y pidamos juntos por las necesidades de nuestra Iglesia Católica.

    Especialmente para que Dios nos mande Sacerdotes santos, verdaderos imitadores de Cristo. Defensores de la fe, dispuestos a dar la vida por sus feligreses, velando por la salvación de nuestras almas. para que sean dedicados a su santo servicio especialmente en la Santa Misa y para que nos inviten mas a la confesión frecuente.

    Así como pedimos la perfección de nuestros sacerdotes también les pido a todos mis amigos que nosotros estemos en estado de gracia y siempre dispuestos a dar la vida por ellos. Ofreciendo nuestros trabajos, obras y oraciones a Dios Nuestro Señor, y por la intercesión de María Santísima para que nuestras suplicas sean escuchadas.

    ORACION DE ACCION DE GRACIAS DESPUES DE LA CONFESION POR EL SACERDOTE

    OH SEÑOR JESUCRISTO, Bendice, suplico a Ti, Tu siervo, que ha servido en tu nombre. ayúdame a recordar sus buenos consejos y asesoramiento, y para llevar a cabo debidamente lo que ha establecido en mí. Y a él concédele una gran abundancia de tu gracia y favor, que su propia alma puede ser renovada y fortalecida para tu servicio perfecto, y que puede llegar con alegría al fin de tu Reino celestial Tú, que siendo Dios, vives y reinas con Dios Padre en unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amen

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