"POR LA CONVERSION DE LOS INFIELES"

¡Dios te salve, María, Virgen y Madre de Dios! Aunque miserable pecador, vengo con la mayor confianza a postrarme a vuestros pies santísimos, bien persuadido de ser por ti socorrido de que eres la que, con tu gracia y protección poderosa, alcanzas al género humano todas las gracias del Señor. Y si estas suplicas no bastaran pongo por medianeros y abogados a los nueve coros de los Ángeles, a los Patriarcas, y Profetas, a los Apóstoles y Evangelistas, a los Mártires, Pontífices y Confesores; a las Vírgenes y Viudas; a todos los Santos del Cielo en especial al Cura de Ars, Santa Filomena, San Francisco de Asís, San Benito y justos de la tierra. Cuiden de esta página y de lo que aquí se publica para el beneficio de los fieles de la Iglesia Católica; con el único fin de propagar la fe. Que, esta página sea, Para Mayor Gloria de Dios.

sábado, 29 de agosto de 2009

MORTIFICACIÓN DE LA IMAGINACIÓN POR SAN ANTONIO MA. CLARET


La imaginación no puede estar ociosa; conviene, por lo tanto, tenerla siempre ocupada en cosas útiles, y al efecto te servirán los avisos siguientes:

1º Procuraras darle pasto de pensamientos útiles y provechosos, teniendo gran cuidado en dar de mano al momento a los pensamientos malos, porque si una vez los dejas entrar, no los echaras después tan fácilmente.

2º Guarda las puertas de los sentidos corporales, teniéndolas cerradas a cuanto pueda perjudicar el alma, pues has de saber que en vano trabaja para mortificar la imaginación el que no procura antes mortificar los sentidos corporales.

3º No estés jamás ocioso; procura siempre estar ocupado en cosas del servicio de Dios, del bien del prójimo y en los que demandan los deberes de tu estado, porque así ocupada la imaginación, no se desvanecerá en cosas inútiles o dañosas.

4º Piensa que estas en la presencia de Dios, que es el juez que ha de juzgar, no solo tus palabras y obras, sino también tus pensamientos; y delante de este Dios juez, ¿te atreverás a pensar en lo que no te atreverías delante de un hombre que penetrase tus pensamientos?

martes, 25 de agosto de 2009

Santo Papa Pio X



José Sarto, después Pío X, nació en Riese, poblado cerca de Venecia, Italia en 1835 en el seno de una familia humilde siendo el segundo de diez hijos.

Todavía siendo niño perdió a su padre por lo que pensó dejar de estudiar para ayudar a su madre en los gastos de manutención de la familia, sin embargo ésta se lo impidió y pudo continuar sus estudios en el seminario gracias a una beca que le consiguió un sacerdote amigo de la familia.

Una vez ordenado fue vicepárroco, párroco, canónigo, obispo de Mantua y Cardenal de Venecia, puestos donde duró en cada uno de ellos nueve años. Bromeando platicaba que solamente le faltaban nueve años de Papa. Muchas son las anécdotas de este santo que reflejan tanto su santidad como su lucha por superar sus defectos, entre ellas destacan tres: Siendo Cardenal de Venecia se encontró con un anciano al que la policía le había quitado el burro que tenía para trabajar; al enterarse el Cardenal se ofreció a pagar la multa que le cobraban y a acompañarlo a recoger el burro porque exigían al anciano que lo respaldara una persona de confianza. Ante la negativa del anciano para que lo acompañara el Cardenal afirmó que si una obra buena no costaba no merecía gran recompensa.

Cuando era un sacerdote joven, José Sarto, estando con su hermana se quejó de dolor de muelas lo que provocó que ella lo criticara y lo tachara de quejoso y flojo respondiéndole con una bofetada. Sintiéndose avergonzado se disculpó por ser tan violento, defecto que fue corrigiendo.

Asimismo, una vez de visita en el Colegio de San Juan Bosco fue invitado a almorzar en la pobreza de ese colegio, donde al salir buscó un mejor lugar para comer, aunque después se volvió más y más sacrificado.

En 1903 al morir León XIII fue convocado a Roma para elegir al nuevo Pontífice. En Roma no era candidato para algunos por no hablar francés y él mismo se consideraba indigno de tal nombramiento.

Durante la elección los Cardenales se inclinaron en principio y por mayoría por el Cardenal Rampolla, sin embargo el Cardenal de Checoslovaquia anunció que el Emperador de Austria no aceptaba al Cardenal Rampolla como Papa y tenía el derecho de veto en la elección papal, por lo que el Cardenal Rampolla retiró su nombre del nombramiento. Reanudada la votación los Cardenales se inclinaron por el Cardenal Sarto quien suplicó que no lo eligieran hasta que una noche una comisión de Cardenales lo visitó para hacerle ver que no aceptar el nombramiento era no aceptar la voluntad de Dios. Aceptó pues convencido de que si Dios da un cargo, da las gracias necesarias para llevarlo a cabo.

Escogió el nombre de Pío inspirado en que los Papas que eligieron ese nombre habían sufrido por defender la religión. Tres eran sus más grandes características: La pobreza: fue un Papa pobre que nunca fue servido más que por dos de sus hermanas para las que tuvo que solicitar una pensión para que no se quedaran en la miseria a la hora de la muerte de Pío X; la humildad: Pío X siempre se sintió indigno del cargo de Papa e incluso no permitía lujos excesivos en sus recámaras y sus hermanas que lo atendían no gozaban de privilegio alguno en el Vaticano; la bondad: Nunca fue difícil tratar con Pío X pues siempre estaba de buen genio y dispuesto a mostrarse como padre bondadosos con quien necesitara de él.

Una vez que fue elegido Papa decretó que ningún gobernante podía vetar a Cardenal alguno para Sumo Pontífice.

Dentro de sus obras destaca el combate contra dos herejías en boga en esa época: Modernismo, la cual la combatió en un documento llamado Pascendi estableciendo que los dogmas son inmutables y la Iglesia si tiene autoridad para dar normas de moral; la otra herejía que combatió fue la del Jansenismo que propagaba que la Primera Comunión se debía retrasar lo más posible; en contraposición Pío X decretó la autorización para que losn iños pudieran recibir la comunión desde el momento en que entendía quien está en la Santa Hostia Consagrada. Este decreto le valió ser llamado el Papa de la Eucaristía.

Fundó el Instituto Bíblico para perfeccionar las traducciones de la Biblia y nombró una comisión encargada de ordenar y actualizar el Derecho Canónico. Promovió el estudio del Catecismo.
***
Murió el 21 de agosto de 1914 después de once años de pontificado.

Fuente:EWTN

Comenzaremos una novena el día de hoy 25, de Agosto del 2009 y la terminaremos en la vigilia de la Fiesta del Santo Papa Pio X (en el calendario Tradicional) Por las intenciones del Santo Padre Benedicto XVI Y por la santidad de todos los Sacerdotes Católicos Apostólicos Romanos.

Novena a San Pío X - DIA PRIMERO

En las Oraciones para cada día de la Novena se glosan los principales documentos publicados durante el glorioso Pontificado de San Pío X.
Los hechos milagrosos que se relatan, constan probados en el expediente de canonización y son recogidos por sus más eminentes biógrafos.



Por la señal de la Santa Cruz, etc.
Acto de contrición.


ORACIÓN PREPARATORIA
PARA TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA


Eterno Dios, que por tu inagotable Providencia das a tu Iglesia en cada momento el Pastor más conveniente a sus supremos intereses, por la memoria del que fue Padre celosísimo y eficaz para la propagación de nuestra Fe y para el bien de toda la humanidad, San Pío X, te rogamos nos induzcas cada día más a tener fidelidad absoluta a las enseñanzas del Pontificado y, siguiendo la consigna del ilustre Santo, sea norma de nuestra vida instaurarlo todo en Cristo, para lograr así la paz del mundo y asegurar nuestra perseverancia final.


Te pedimos de un modo especial, ¡oh Dios misericordioso!, imprimas en nuestros corazones un profundo amor y devoción al Santísimo Sacramento del Altar, para que siendo fieles devotos de quien mereció ser designado como el Papa de la Eucaristía, no pase día sin que acompañemos a Jesús en la soledad de su Sagrario, para merecer recibirlo con la mayor frecuencia posible durante nuestra vida y especialmente, en la hora de nuestra muerte. Te suplicamos, además, nos alcances el favor que pedimos en esta Novena si ha de ser para tu mayor honra y gloria.
Interponemos como intercesores a nuestras súplicas, a tan Santo Pontífice, a todos nuestros Patrones y Abogados y de un modo especial, a la Virgen Santísima, cuya protección, por medio del Santo Rosario, quiso San Pío X fuera la que asegurara la salvación del mundo.


En honor del Santísimo Sacramento, del que tan ejemplar devoto fue San Pío X, rezaremos un Padrenuestro, Avemaría y Gloria, rogando por las intenciones del Sumo Pontífice y por las necesidades de la Iglesia, con el propósito de ganar las indulgencias concedidas.



ORACIÓN - DÍA PRIMERO


Glorioso San Pío X, que pusiste un empeño especial en mantener la fuerza de nuestra fe y la disciplina eclesiástica, condenando las innovaciones peligrosas en tu admirable encíclica, “Pascendi”, ruega a Dios para que nunca se perturbe ni altere la pureza de la fe y cada día seamos todos más sinceramente adictos y fieles a los principios inmutables de nuestra Religión.
Haz, con tu intercesión, que nuestros sacerdotes sean para todos ejemplos vivientes por sus virtudes, su fidelidad a la jerarquía y su encendida caridad, a fin de que siendo cada día más Santos, merezcan por su perfección santificarnos a todos y llevarnos al cumplimiento de todos nuestros deberes individuales y sociales, como prenda de nuestra perseverancia final. Amén.


San Pío X predice la curación de una niña

En Venecia, junto a la Iglesia de los Milagros, el Siervo de Dios se encontró con una pobre mujer que llevaba en brazos a una niña moribunda.
– Eminencia, bendiga a esta niña que muere –suplicó la desventurada madre.
El Patriarca bendijo a la niña, y dirigiéndose a la pobre mujer la animó diciéndole:
– Estate tranquila, porque tu niña no muere.
Los hechos confirmaron estas palabras del Santo Patriarca de los venecianos.


(para todos los días)
En la recepción de la Sagrada Comunión halló siempre el combustible que mantuvo ígneo el fuego de la caridad en su corazón, haciendo se despojara de todo, para entregarse a sus prójimos en una suprema superación de humildad y renunciamiento.

V. Ruega por nosotros, San Pío X.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

ORACIÓN FINAL

¡Oh Dios!, que infundiste en el corazón de San Pío X un profundo sentimiento de caridad y amor a nuestros semejantes, haz que a imitación suya aprendamos a ejercerla, no solamente con nuestras limosnas sino con nuestra total entrega a los necesitados, para que seamos dignos de gozar de la compañía del Santo Pontífice en tu Divina Presencia en la gloría, por los siglos de los siglos. Amén.


Novena a San Pío X - DIA SEGUNDO




Por la señal de la Santa Cruz, etc. Acto de contrición.
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA


Eterno Dios…


ORACIÓN - DIA SEGUNDO


Glorioso San Pío X, que como dice uno de tus biógrafos, «fue como una necesidad para tu corazón hablar de María, predicar sobre María, promover en todos el amor y la devoción a María», ruega a Dios nos infunda la confianza en tan eficaz mediadora, para que en todas nuestras necesidades, en nuestros pesares, en nuestros dolores, alcemos los ojos hacia su inagotable bondad, para encontrar el remedio necesario o la resignación imprescindible.

Haz, por tu intercesión, que siempre vayamos a Dios por el amor a su Inmaculada Madre, para que siguiendo tu ejemplar e ilimitada confianza en su poderosa intercesión, merezcamos gozar de su constante protección en esta vida y su definitiva ayuda en la hora de nuestro tránsito. Amén.


San Pío X cura una paralítica

En 1913, una pobre madre suplicaba a Pío X curase a una hija suya, paralítica desde hacía muchos años.

– No puedo –respondió el Pontífice–, solamente el Señor puede hacer milagros.

La mujer no se convenció y con acento de mayor fe replicó:

– Sí. Vos podéis. Basta que queráis hacerlo.– No puedo… solamente el Señor puede hacer milagros –insistió el Papa.

– Padre Santo, Vos representáis a Jesucristo en la tierra. Vos podéis hacer el milagro –insistió la madre.

– Tened confianza –dijo entonces el Papa–. El Señor sanará a vuestra hija.En el mismo momento la hija sintió un estremecimiento, se irguió, y con gran admiración de los presentes, echó a andar.


(para todos los días)


en la recepción…

ORACIÓN FINAL

¡Oh Dios!, que infundiste…


Novena a San Pío X - DIA TERCERO



Por la señal de la Santa Cruz, etc. Acto de contrición.
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA



Eterno Dios…


ORACIÓN - DIA TERCERO


Glorioso San Pío X, que supiste mantener durante tu ilustre Pontificado las prerrogativas de la Iglesia en sus relaciones con el Estado, protestando de manera eficaz contra las persecuciones de que fueron objeto las corporaciones religiosas por parte de los poderes laicos, manifestando cuánto apenaban tu corazón de Padre las vejaciones de que fueron objeto, intercede para que Dios conceda a todos los religiosos que cada día perseveren más en el espíritu de su orden, y cumplan la altísima misión que sus fundadores se impusieron.

Haz, por tu intercesión, que todos los estados católicos mantengan relaciones de cordial colaboración, y los que no lo son de respetuosa tolerancia, con nuestra Santa Iglesia, y que cada día ésta aumente su influencia en la Sociedad, para llevar a mayor número de hombres al camino de la verdadera felicidad. Amén.

San Pío X cura a un ciego de nacimiento

Un señor alemán, ya de edad madura, ciego de nacimiento, asistía a una audiencia del Papa. Cuando éste se le acercó y se enteró de su desgracia, le recomendó tuviera confianza en Dios, y le puso las manos sobre los ojos.Al contacto de las manos prodigiosas del Papa, el ciego recobró instantáneamente la vista.


(para todos los días)

En la recepción…

ORACIÓN FINAL

¡Oh Dios!, que infundiste…


Novena a San Pío X - DIA CUARTO



Por la señal de la Santa Cruz, etc. Acto de contrición.
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA



Eterno Dios…

ORACIÓN - DIA CUARTO


Glorioso San Pío X, que en tus constantes desvelos por la organización y eficacia de la acción social católica, cuidaste de dar a esta obra toda la importancia que merece, fijando normas concretas y eficaces para que nunca perdiera su primitivo espíritu, asegura con tu intercesión la continuidad de su actuación y la fidelidad inmutable a los principios que motivaron su creación, apartándola de cualquier desviación y evitando pueda mover a ninguno de sus actuantes el menor interés material, y sí sólo los supremos que inspiraron su fundación.

Ruega para que toda la actuación de las organizaciones de Acción Católica sean eficaces por la pureza de intención de sus militantes y por su inhibición de toda finalidad que no sea el bien de los humildes y la santificación del mundo. Amén.


San Pío X cura a una enferma de lepra

En el año 1914, un obispo del Brasil tenía a su madre enferma de lepra, y habiendo oído hablar de la fama de santidad de Pío X, se trasladó a Roma, para implorar del Siervo de Dios la curación de su madre.Presentándose al Santo Pontífice, le rogó le alcanzase la gracia de su curación. El Papa le exhortó a encomendarse a la Virgen Santísima y a otros Santos.El Obispo insistió y le dijo: “Por lo menos, Beatísimo Padre, dígnese repetir las palabras de Cristo: «Volo mundare» («Quiero; sé limpio»)”.El Papa repitió: “Volo mundare”. Cuando el Obispo regresó a su patria encontró a su madre completamente curada de la lepra.



(para todos los días)

En la recepción…

ORACIÓN FINAL


¡Oh Dios!, que infundiste…


Novena a San Pío X - DIA QUINTO



Por la señal de la Santa Cruz, etc. Acto de contrición.
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA



Eterno Dios…


ORACIÓN - DIA QUINTO


Glorioso San Pío X, que manteniendo las genuinas tradiciones de la Iglesia, supiste modernizar en cuanto era preciso su consuetudinario derecho, infunde por tu intercesión a todos un profundo respeto y sumisión a todas sus disposiciones e intercede, para que en todo momento, la interpretación de sus preceptos sea la más conveniente a los intereses de la Cristiandad, a la pureza de costumbres y a la perseverancia de todos los fieles.
Alcanza del Todopoderoso que los inmejorables principios del derecho canónico influyan en las legislaciones de todos los Estados, para que en todos ellos rijan las normas de estricta justicia y caridad que inspiraron siempre sus instituciones y que establecieron en el mundo el respeto que merece el hombre por ser hecho a imagen y semejanza de Dios. Amén.


San Pío X cura a una religiosa, enferma desde hacía quince años
La superiora de un colegio de la India inglesa, padecía una grave enfermedad de estómago, para cuya curación habían fracasado todos los remedios. Las niñas, el día de su Primera Comunión, en enero de 1914, se dirigieron al Santo Padre pidiendo la curación de su amada religiosa.La enferma iba empeorando por falta de nutrición. Cayó pronto en un estado de postración tan extrema, que en la noche del 7 de febrero siguiente, ante el temor de que muriese, le fue administrada la Extremaunción.Al día siguiente llegaba para las Hermanas de Belgaum el siguiente telegrama:«Roma 7 de febrero de 1914. – Padre Santo concede con gusto bendición Apostólica solicitada – Cardenal Merry de Val».Le mostraron el telegrama a la enferma.


En aquel momento estaba sola. Las hermanas se hallaban en el refectorio. Lo leyó y llena de fe intentó levantarse; se vistió y se sentó en una silla.Cuando las hermanas la vieron levantada no querían creer lo que veían sus ojos. Les dijo que quería comer y quedaron asombradas. Unas querían que comiese, otras se oponían diciendo que era mejor esperar unos días. La enferma cortó toda vacilación. Quería comer enseguida. Entre las dudas de unas y la fe de otras comió sopa, pan y carne. Desde aquel día volvió a ocupar su lugar en el refectorio. Llena de vigor y de vida, volvió a su trabajo.



(para todos los días)

En la recepción…

ORACIÓN FINAL

¡Oh Dios!, que infundiste…



Novena a San Pío X - DIA SEXTO


Por la señal de la Santa Cruz, etc. Acto de contrición.
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA

Eterno Dios…

ORACIÓN - DIA SEXTO


Glorioso San Pío X, que hiciste norma de tu Pontificado restaurarlo todo en Cristo, intercede para que siguiendo tus enseñanzas y ejemplos, adaptemos nuestra vida a la estricta observancia de los Mandamientos, para que siendo fieles sumisos de la Iglesia, seamos dignos de llamarnos hijos de Dios.
Te rogamos de un modo especial, logres que Dios imprima en nuestros corazones todo el ardor de caridad que abrasaba el tuyo, para que por los frutos de esta excelsa virtud, seamos humildes en nuestras relaciones con los pobres, justos con los que de nosotros dependen, respetuosos con nuestros superiores e imitadores en toda nuestra vida pecadora de las excelsas virtudes en que brilló la tuya. Amén.


San Pío X profetiza
La visión profética que tuvo de todos los acontecimientos, le hacía exclamar frecuentemente:
– Veo una gran guerra. Las cosas van mal –repetía con insistencia al Cardenal Secretario de Estado, que se maravillaba de la seguridad con que hablaba el Pontífice y creía se refería a la guerra de los Balcanes–. No hablo de esta guerra –decía el Padre Santo en 1914, cuando la expedición italiana a Libia–. Todo esto es nada comparado con la gran guerra que vendrá.
Y si el Cardenal le observaba que no se vislumbraba guerra alguna, el Santo viejecito replicaba:
– Eminencia, no pasaremos de 1914.


(para todos los días)

En la recepción…


ORACIÓN FINAL

¡Oh Dios!, que infundiste…






Por la señal de la Santa Cruz, etc. Acto de contrición.
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA

Eterno Dios…

ORACIÓN - DIA SÉPTIMO

Glorioso San Pío X, que para dar fuerza a nuestra naturaleza, nos invitaste con reiterada insistencia a recibir la Sagrada Comunión, impulsando a todos los cristianos a frecuentar lo más posible ese Sacramento de Amor, ruega por nosotros para que siguiendo tu voluntad inspirada por Dios, nos acerquemos asiduamente a la Sagrada Mesa y saquemos del celestial banquete todas las fuerzas necesarias para mantenernos fieles a las promesas del bautismo.
Haz que Dios nos perdone cualquier negligencia o falta de devoción que hayamos tenido en nuestras Comuniones, y que cada día nos acerquemos con mejor preparación, mayor fuerza de alma y más encendido amor a recibir a Cristo en la Eucaristía. Amén.

San Pío X cura a un niño gravemente enfermo

A un niño de seis años, de la familia Conradi, a consecuencia de una caída se le había destrozado un riñón y lacerado la vejiga. El caso era desesperado y los médicos le concedían pocas horas de vida.Se pidió al Padre Santo una bendición especial para aquella familia. El Santo Padre escuchó el relato y al terminar dijo: «Pobre madre: sí, les envío una bendición particular».Al oír la noticia la madre, con toda su fe exclamó: «Pío X ha enviado su bendición; mi Jorge curará».Y así fue; la vejiga, contra todos los diagnósticos de los médicos, se cicatrizó y el riñón destrozado volvió a su estado normal sin necesidad de intervención quirúrgica.


(para todos los días)

En la recepción…

ORACIÓN FINAL

¡Oh Dios!, que infundiste…



Novena a San Pío X - DIA OCTAVO


Por la señal de la Santa Cruz, etc. Acto de contrición.
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA

Eterno Dios…

ORACIÓN - DIA OCTAVO

Glorioso San Pío X, que con tu inagotable celo por el culto externo que debemos a Dios, dictaste normas acertadísimas para que en todo momento tenga nuestra liturgia la solemnidad y dignidad debidas y sean nuestros templos modelos de sobriedad y pureza artística, haz que Dios conceda a todos los que dirigen nuestra Iglesia, el sentido artístico más depurado para el acertado cumplimiento de aquellas normas y concede un verdadero espíritu artístico a todas las manifestaciones religiosas, para que mueva nuestras almas a la meditación y a la piedad.
Ruega para que nuestras multitudes aprecien el valor inestimable de la oración en común y que la severidad de los cantos religiosos armonice en todo momento con la profundidad de todos nuestros ritos y con la solemnidad de nuestras ceremonias religiosas. Amén.

San Pío X cura el brazo a un impedido

A las audiencias públicas que celebraba el Padre Santo, acudían toda clase de personas, entre éstas algunos enfermos, confiando en lograr su curación por la intercesión del Pontífice. En una de aquellas audiencias, pasó Pío X junto a un infeliz que tenia un brazo inerte, quien mostrándoselo y en todo apremiante de súplica, le dijo:– Padre Santo, cúrame para que pueda ganar el sustento para los míos.– Sigue tu camino… y ten fe en el Señor –le dijo el Pontífice.Y tocándole el brazo repitió:– Ten fe, el Señor te curará.En el mismo instante, el brazo inerte recobró su fuerza y sus movimientos. Profundamente emocionado el hombre gritó:– ¡Padre Santo! ¡Padre Santo! El Papa se detuvo y poniendo sus dedos sobre los labios le impuso silencio.

(para todos los días)

En la recepción…

ORACIÓN FINAL

¡Oh Dios!, que infundiste…







Por la señal de la Santa Cruz, etc. Acto de contrición.
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA


Eterno Dios…


ORACIÓN - DIA NOVENO


Glorioso San Pío X, que en tu admirable Encíclica “Summi Pontíficatus”, afirmaste que la paz que todos los hombres dicen desear, únicamente puede lograrse con una absoluta sumisión del hombre a Dios, ruégale que infunda en los corazones de todos, y muy especialmente a los conductores de las naciones, un profundo respeto a las enseñanzas del Evangelio y sincero reconocimiento de la autoridad de la Iglesia, para que, bajo el manto protector del Vicario de Cristo, todos se reconozcan hermanos y sometan la solución pacifica de sus diferencias a la decisión de quien es Padre amantísimo de todos.


Haz por tu poderosa intercesión que el Mundo recobre la paz, que las naciones apacigüen sus odios, que las razas se sientan igualadas ante Dios y que, como bendición del cielo, seamos librados del terrible azote de una guerra que sería el fin de la civilización cristiana y posiblemente del mundo. Amén.


San Pío X prevé los estragos de la guerra
En 1912 se propuso al Santo Padre la compra, por un Instituto religioso, de una gran propiedad situada en Gradisca, donde existían espléndidos edificios.– No es posible –contestó el Padre Santo– porque todos aquellos edificios serán destruidos.Años después, en la guerra europea, todos aquellos edificios se convirtieron en un montón de ruinas.


(para todos los días)


En la recepción…


ORACIÓN FINAL


¡Oh Dios!, que infundiste



Letanías del Papa San Pío X

Señor, ten misericordia de nosotros.
Señor, ten misericordia de nosotros.
Cristo, ten misericordia de nosotros.
Cristo, ten misericordia de nosotros.
Señor, ten misericordia de nosotros.
Señor, ten misericordia de nosotros.

Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.

Dios, Padre Celestial, ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.
Trinidad Santa, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.

Santa María, Madre de Dios,
a cada invocación se repite: ruega por nosotros.
San José, Patrono de la Iglesia Universal,
San Pío X, modelo de los sacerdotes,
San Pío X, sabio Obispo,San Pío X,
humilde Cardenal y Patriarca,San Pío X,
celoso Papa de su grey,San Pío X,
maestro piadoso,San Pío X,
misericordioso con los pobres,San Pío X,
consolador de los enfermos,San Pío X,
amante de la pobreza,San Pío X,
humilde de corazón,San Pío X,
siempre fiel a sus obligaciones,San Pío X,
heroico en la práctica de todas las virtudes,
San Pío X, lleno de espíritu de sacrificio,
San Pío X, decidido en restaurarlo todo en Cristo,
San Pío X, que acercó a los niños al comulgatorio,
San Pío X, que promovió la Comunión frecuente para todos,
San Pío X, que instó a conocer y amar la Santa Misa,
San Pío X, que procuró la difusión de las enseñanzas cristianas por todas partes,
San Pío X, que resistió y condenó todas las herejías,
San Pío X, que enseñó la correcta y justa Acción Católica,
San Pío X, que consagró a los fieles al apostolado laico,
San Pío X, que se daba a conocer como pobre pastor de almas,
San Pío X, que responde a las súplicas de quienes claman a él,

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Escúchanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Ten misericordia de nosotros.

V. Ruega por nosotros, San Pío X.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Oremos. Oh, Dios, que llenaste el alma de San Pío X con una caridad ardiente y lo llamaste para que sea el Vicario de Cristo en la tierra, concédenos que, por su intercesión, podamos seguir los pasos de Jesucristo, nuestro Divino Maestro; y que nuestras oraciones dirigidas a este Santo Papa den frutos en nuestra vida terrenal y nos conduzcan a la eterna. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN A SAN PÍO X

Glorioso Papa de la Eucaristía, San Pío X, que te has empeñado en “restaurar todas las cosas en Cristo”. Obtenme un verdadero amor a Jesucristo, de tal manera que sólo pueda vivir por y para Él. Ayúdame a alcanzar un ardiente fervor y un sincero deseo de luchar por la santidad, y a poder aprovechar todas las riquezas que brinda la Sagrada Eucaristía. Por tu gran amor a María, madre y reina de todo lo creado, inflama mi corazón con una tierna y gran devoción a ella.
Bienaventurado modelo del sacerdocio, intercede para que cada vez hayan más santos y dedicados sacerdotes, y se acrecienten las vocaciones religiosas. Disipa la confusión, el odio y la ansiedad, e inclina nuestros corazones a la paz y la concordia, a fin de que todas las naciones se coloquen bajo el dulce reinado de Jesucristo. Amén.

Oh Dios, que para defender la fe católica y restaurar todas las cosas en Cristo has llenado al Sumo Pontífice San Pío X de celeste sabiduría y apostólica fortaleza; concede propicio que, siguiendo sus enseñanzas y ejemplos, consigamos los premios eternos. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor, que contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santopor los siglos de los siglos.


Fuente: Tradicion Catolica

lunes, 24 de agosto de 2009

MORTIFICACIÓN INTERNA POR SAN ANTONIO MA. CLARET


APETITO SENSITIVO


El apetito sensitivo encierra dos potencias: llamase la una irascible, y concupiscible la otra; estas dos potencias son el asiento de las pasiones. Por esta palabra , pasión, entendemos los movimientos del apetito sensitivo, que nos impulsan a conseguir un bien o a huir de un mal previamente conocido.

Once son las pasiones: seis de la parte concupiscible, y cinco de la parte irascible. Las seis primeras son: amor, odio, deseo, fuga, gozo y tristeza. Las cinco de la parte irascible son: esperanza, desesperación, temor audacia e ira.

Las pasiones, en sí mismas, ni son buenas ni son malas. Pueden compararse con los humores del cuerpo, que, si están bien equilibrados, causan o conservan la salud corporal; pero que, si se desconciertan, dan por resultado las enfermedades, y por fin la muerte.
Así las pasiones, si están, regidas y ordenadas por la razón, son una mina de virtudes morales; pero si se desconciertan, son un manantial de vicios, culpas y pecados. Por este motivo conviene en gran manera tenerlas del todo sujetas a las leyes de la razón, y si acaso, sin advertirlo, se levantan contra ella como caballos indómitos, luego al reparar en ello, sujetarlas con las riendas de la misma razón.
De tener de esta suerte mortificadas las pasiones se sigue el inapreciable bien de la tranquilidad del ánimo, la paz del corazón, y en este mundo se goza ya de un cielo anticipado.

Sobre la desmentida de la Oficina de Prensa

***

“Por el momento, no existen propuestas institucionales referentes a una modificación de los libros litúrgicos en uso”, fue la afirmación del Padre Ciro Benedettini, vicedirector de la Oficina de la Prensa de la Santa Sede, que pareció dejar atrás la importante noticia publicada por Andrea Tornielli el pasado sábado, una noticia que suscitó tanta alegría en muchos católicos como desconcierto en otros.


Habría que aclarar, basándonos en la experiencia, que este tipo de “desmentidas de rutina” lanzadas por la Oficina de Prensa no implican, en la mayoría de los casos, una inexistencia de los asuntos que se desmienten. Basta recordar que el tan mencionado “indulto para celebrar la Misa tridentina” (que luego tomaría el nombre y la forma de “Motu Proprio Summorum Pontificum”) fue desmentido en varias ocasiones por la Oficina de Prensa, incluso semanas antes de su publicación. Se puede pensar también en el tan rumoreado nombramiento del Cardenal Cañizares como Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, que fue negado una y otra vez, incluso por el mismo involucrado. Finalmente, se puede recordar el reciente asunto de la tumba de San Pablo Apóstol: el Cardenal Arcipreste de la Basílica de San Pablo negó la existencia de eventuales investigaciones del sarcófago tan sólo unos días antes de que el mismo Santo Padre anunciara sus resultados.


Por otro lado, a favor de la veracidad de la noticia publicada por Tornielli, tenemos un elemento clave: el pensamiento de nuestro actual Sumo Pontífice. Quien lo haya leído, quien lo haya escuchado, sabe cuán importante ha sido y es para él la Liturgia. Esto se vislumbra en el conjunto de su obra, en la gran variedad de sus intervenciones, pero si quisiéramos elegir una frase representativa, podríamos recordar ésta: “Estoy convencido de que la crisis que estamos viviendo hoy en la Iglesia se debe en gran medida a la desintegración de la liturgia”. Y, al respecto, podemos pensar que dos de los periodistas que más lo han conocido y que han llegado a escribir libros con él, Vittorio Messori y Peter Seewald, pronosticaron una intervención en el tema del nuevo Papa cuando la Providencia quiso elevar a la Sede de Pedro al anciano cardenal alemán.

Por último, hay que aclarar que sería engañoso pensar que podemos esperar del Papa Benedicto fortísimas intervenciones que, sin previa consulta y en tiempos apresurados, obligaran a todos con la más estricta fuerza de ley. Quien erróneamente pronosticaba esto al comienzo del pontificado benedictino ciertamente estaba equivocado pero por desconocer la personalidad y el estilo de Joseph Ratzinger, un estilo que con tanta claridad describen quienes han trabajado cerca de él en la Congregación para la Doctrina de la Fe. Su estilo consiste en consultar, profundizar, debatir, buscar el consenso, realizar una síntesis de las diversas opiniones, sin alejarse nunca de lo que considera necesario para la vida de la Iglesia. Su estilo es también, al contrario de lo que manifestaban las injuriosas caricaturas del “Panzer cardinal”, la paciencia del amor que con tanta precisión describe don Nicola Bux en su último libro.

En conclusión, teniendo en cuenta tanto el pensamiento de Joseph Ratzinger-Benedicto XVI y su manera de actuar así como también el talante y el plan de trabajo del Cardenal Cañizares, su “ministro de Liturgia”, podemos creer que efectivamente, en el seno de la Congregación de Culto, se está realizando un sereno pero eficiente trabajo que aspira, en principio, a recuperar parte de lo que se ha perdido en los turbulentos años post-conciliares en materia litúrgica según la “hermenéutica de la continuidad” que promueve Benedicto XVI. Esto se ve confirmado, además, por algunas voces autorizadas que, desde Roma, han confirmado hace algún tiempo a esta Buhardilla que el dicasterio vaticano de Liturgia está trabajando en este sentido por decisión del Santo Padre aunque, ciertamente, también se admite que esto requerirá tiempo.

Finalmente, es curioso el hecho de que, precisamente cuando la Sala de Prensa lo niega, Il Giornale (el periódico donde escribe Tornielli) vuelva a insistir en el tema presentando las 5 novedades, contenidas en el documento entregado al Papa, e informando que ahora han pasado al análisis de obispos y cardenales de la Congregación para el Culto Divino. De este modo, queda confirmado tanto el trabajo del dicasterio como la necesidad de tiempo en sus diversas etapas. He aquí nuestra traducción de los 5 puntos que ofrece hoy el diario italiano:

“A. Se intenta revisar la parte introductoria del Misal poniendo más frenos a la creatividad, y subrayando el sentido de lo sagrado y la importancia de la adoración.

B. Se prevé, en el futuro, la re-publicación de todos los misales bilingües, con el texto latino en el frente.

C. Se quiere contener la práctica, ya difundidísima, de dar la Comunión en la mano, recordando que se trata de una concesión extraordinaria pero que el modo normal de recibir la Hostia es en la boca.

D. Se pide que, en las solemnidades, se vuelva a celebrar en latín, también según el nuevo rito.

E. Se subraya la importancia para el celebrante de dirigirse hacia Oriente, al menos durante la consagración eucarística, como ocurría en la praxis anterior a la reforma, cuando tanto fieles como sacerdote miraban hacia la cruz y el sacerdote daba la espalda a la asamblea.”

Fuente: La Buhardilla de Jeronimo

sábado, 22 de agosto de 2009

Reforma en Marcha


El documento ha sido entregado en las manos de Benedicto XVI la mañana del pasado 4 de abril por el cardenal español Antonio Cañizares Llovera, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino.

Es el resultado de una votación reservada, ocurrida el 12 de marzo, en el curso de la reunión “plenaria” del dicasterio que se ocupa de liturgia y representa el primer paso concreto hacia aquella “reforma de la reforma” tantas veces deseada por el Papa Ratzinger.

Casi por unanimidad, los cardenales y obispos miembros de la Congregación han votado a favor de una mayor sacralidad del rito, de una recuperación del sentido de la adoración eucarística, de una recuperación de la lengua latina en la celebración y de la reelaboración de las partes introductorias del misal para poner freno a los abusos, experimentaciones salvajes y creatividades inoportunas.

Se han mostrado favorables, también, a confirmar que el modo usual de recibir la Comunión según las normas no es sobre la mano sino en la boca. Existe, es cierto, un indulto que permite, a pedido de los episcopados, distribuir la hostia también sobre la palma de la mano pero esto debería quedar como un hecho extraordinario.

El “ministro de la liturgia” del Papa Ratzinger, Cañizares, está haciendo estudiar también la posibilidad de recuperar la orientación hacia Oriente del celebrante, al menos en el momento de la consagración eucarística, como ocurría en la praxis anterior a la reforma, cuando tantos los fieles como el sacerdote miraban hacia la Cruz y el sacerdote, por lo tanto, daba la espalda a la asamblea.

Quien conoce al cardenal Cañizares, apodado “el pequeño Ratzinger” antes de su traslado a Roma, sabe que tiene la intención de llevar adelante con decisión el proyecto, partiendo precisamente de lo que ha establecido el Concilio Vaticano II en la constitución litúrgica Sacrosanctum Concilium, que en realidad ha sido sobrepasada por la reforma post-conciliar que entró en vigor a finales de los años sesenta.

El purpurado, entrevistado en los meses pasados por la revista 30giorni, había dicho al respecto: “A veces se ha cambiado por el simple gusto de cambiar respecto a un pasado percibido como todo negativo y superado. A veces se ha concebido la reforma como una ruptura y no como un desarrollo orgánico de la Tradición”.

Por esta razón, las “propositiones” votadas por los Cardenales y Obispos en la Plenaria de marzo prevén un retorno al sentido de lo sagrado y la adoración, pero también una recuperación de las celebraciones en latín en las diócesis, al menos en las solemnidades principales, y la publicación de misales bilingües – un pedido hecho en su momento por Pablo VI – con el texto en latín en primer lugar.

Las propuestas de la Congregación, entregadas por Cañizares al Papa y que el Papa aprobó, están perfectamente en línea con las ideas expresadas por Joseph Ratzinger cuando éste era aún Cardenal, como atestiguan algunos pasajes suyos inéditos sobre la liturgia anticipados ayer por Il Giornale, que serán publicados en el libro “Davanti al Protagonista” (Editorial Catagalli), presentado de antemano en un congreso en Rimini.

A todo esto, una aclaración importante: para lograr la “reforma de la reforma” se necesitarán muchos años. El Papa está convencido de que tanto los pasos precipitados como el hecho de simplemente lanzar directivas desde arriba no sirve para nada, y tiene además el riesgo de quedar como letra muerta.

El estilo de Ratzinger es el del debate y, sobre todo, del ejemplo. Como es el hecho de que, por más de un año, quienes se acercan al Papa para recibir la Comunión se ponen de rodillas en el reclinatorio especialmente ubicado por los ceremonieros.
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Fuente: Papa Ratzinger Blog
Traducción: La Buhardilla de Jerónimo
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Fuete original: La Buhardilla de Jeronimo

jueves, 20 de agosto de 2009

Obispo restaura la posición "Ad Orientem"



El obispo Eduardo Slattery de Tulsa, Oklahoma, ha retornado a la práctica de celebrar la liturgia eucarística "ad orientem" en su catedral. El Obispo Slattery explicó en su periódico diocesano que él reconoce las ventajas de la Misa celebrada con el sacerdote de frente al pueblo, pero:
Lamentablemente, este cambio tubo una cantidad de efectos no previsibles y en gran parte negativos. y en gran medida los efectos negativos.

• En primer lugar, se trata de una grave ruptura con la antigua tradición de la Iglesia.
• En segundo lugar, se puede dar la apariencia de que el sacerdote y el pueblo se dedican a una conversación acerca de Dios, en lugar de la adoración a Dios.
• En tercer lugar, se impone una excesiva importancia a la personalidad del celebrante, colocando sobre él una especie de cambio litúrgico.

Debido a que la Misa es tan necesaria y fundamental para nuestra vida como católicos, la Liturgia es un tema constante en nuestras conversaciones. Es por esto que cuando nos reunimos, a menudo reflexionamos sobre las oraciones y las lecturas, hablamos sobre la homilía, y – probablemente – discutimos acerca de la música. El elemento crítico en estas conversaciones es nuestra comprensión de que nosotros, los católicos, damos culto en la forma en que lo hacemos debido a lo que la Misa es: el Sacrificio de Cristo, ofrecido bajo los signos sacramentales de pan y vino.

Si nuestro hablar acerca de la Misa quiere “tener sentido”, entonces tenemos que captar esta verdad esencial: en la Misa, Cristo nos une a Sí en la ofrenda que hace de Sí mismo, en sacrificio al Padre por la redención del mundo. Nosotros podemos ofrecernos de esta forma en Él, porque hemos sido hechos miembros de Su Cuerpo por el Bautismo.

También queremos recordar que todos los fieles ofrecen el Sacrificio Eucarístico como miembros del Cuerpo de Cristo. Es incorrecto pensar que sólo el sacerdote ofrece la Misa. Todos los fieles tienen parte en la ofrenda, si bien el sacerdote tiene un rol único. Él lo hace “en la Persona de Cristo” Cabeza del Cuerpo Místico, por lo que en la Misa es el Cuerpo entero de Cristo, la Cabeza y los miembros, que juntos hacen la ofrenda.

De cara hacia la misma dirección




Desde los primeros tiempo, la posición del sacerdote y del pueblo reflejaron esta comprensión de la Misa, dado que la gente oraba, de pie o de rodillas, en el lugar que visiblemente correspondía al Cuerpo de Nuestro Señor, mientras que el sacerdote, en el altar, encabezaba [la oración] como Cabeza. Formamos el Cristo total – Cabeza y miembros – tanto sacramentalmente por el Bautismo como visiblemente por nuestra posición y postura. Igual de importante es que todos – el celebrante y la congregación – miraban hacia la misma dirección, dado que estaban unidos con Cristo en la ofrenda del Sacrificio único, irrepetible, y aceptable al Padre.

Cuando estudiamos las prácticas litúrgicas más antiguas de la Iglesia, encontramos que el sacerdote y el pueblo miraban en la misma dirección, usualmente hacia el oriente, previendo que cuando Cristo regresara, lo haría “desde el este”. En la Misa, la Iglesia se mantiene en vigilia, esperando este regreso. Esta simple posición es llamada “ad orientem”, que significa “hacia el este”.

Múltiples ventajas

Por casi 18 siglos, la norma litúrgica fue que el sacerdote y el pueblo celebraran la Misa “ad orientem”. Deben existir razones sólidas para que la Iglesia haya sostenido esta postura por tanto tiempo. ¡Y existen!

• En primer lugar, la liturgia católica siempre ha mantenido una adhesión maravillosa a la Tradición Apostólica. Vemos la Misa, y de hecho toda expresión litúrgica de la vida de la Iglesia, como algo que hemos recibido de los Apóstoles, y que nosotros, por nuestra parte, estamos llamados a transmitir intacto (1Co 11,23).

• En segundo lugar, la Iglesia mantuvo esta sencilla postura hacia el este porque ésta revela en un modo sublime la naturaleza de la Misa. Incluso si alguien que no estuviera familiarizado con la Misa reflexionara sobre el hecho de que el celebrante y los fieles están orientados en la misma dirección, reconocería que el sacerdote ocupa el lugar de cabeza del pueblo, teniendo parte en una única y misma acción que – notaría después de un momento de mayor reflexión – se trata de un acto de culto.

Una innovación con consecuencias imprevistas

En los últimos cuarenta años, sin embargo, esta orientación compartida se perdió; ahora el sacerdote y el pueblo se han acostumbrado a mirar en direcciones opuestas. El sacerdote mira al pueblo mientras que el pueblo mira al sacerdote, aunque la plegaria eucarística está dirigida al Padre y no al pueblo. Esta innovación fue introducida después del Concilio Vaticano, en parte para ayudar al pueblo a comprender la acción litúrgica de la Misa permitiéndole ver lo que está sucediendo, y en parte como una adaptación a la cultura contemporánea, en la que se espera que el que tiene autoridad mire directamente a las personas que sirve, como un maestro que se sienta detrás de un escritorio.

Desafortunadamente, este cambio tuvo una cantidad de efectos no previsibles y, en gran parte, negativos. Primero, que fue una seria ruptura con la tradición de la Iglesia. Segundo, que puede dar la apariencia de que el sacerdote y el pueblo están ocupados en una conversación acerca de Dios, en lugar de estarlo en el culto a Dios. Y tercero, que esto le da una importancia excesiva a la personalidad del celebrante, poniéndolo en una especia de escenario litúrgico.

Recuperar lo sagrado

Incluso antes de su elección como sucesor de San Pedro, el Papa Benedicto ha estado urgiéndonos a poner nuestra atención en la práctica litúrgica clásica de la Iglesia para recuperar un culto católico más auténtico. Por esta razón, he restaurado la venerable posición “ad orientem” cuando celebro la Misa en la Catedral.

Este cambio no debe ser malinterpretado en el sentido de que el obispo “está dando la espalda a los fieles”, como si yo estuviera siendo inconsiderado u hostil. Tal interpretación no entiende que, al mirar en la misma dirección, la postura del celebrante y de la congregación hacen explícito el hecho de que juntos estamos en camino hacia Dios. El sacerdote y el pueblo están juntos en esta peregrinación.

También sería equivocado ver la recuperación de esta antigua tradición como un mero “atrasar el reloj”. El Papa Benedicto ha hablado repetidamente de la importancia de celebrar la Misa “ad orientem”, pero su intención no es animar a los celebrantes a transformarse en “anticuarios litúrgicos”. En lugar de esto, su Santidad quiere que descubramos lo que está detrás de esta antigua tradición y lo que la hizo viable por tantos siglos, es decir, la comprensión de la Iglesia de que el culto de la Misa es primaria y esencialmente el culto que Cristo ofrece a Su Padre.
Bien hecho, Su Excelencia.
Ojalá que todos los obispos diocesanos sigan su ejemplo también.
Piensen en esto: con una adecuada catequesis y un poco de diplomacia, no hay sacerdote de la diócesis, que pueda ser criticado por la introducción de el culto "ad orientem".
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lunes, 17 de agosto de 2009

MORTIFICACIÓN DE TODO EL CUERPO POR SAN ANTONIO MA. CLARET

El enemigo más fiero y cruel de nuestra alma y el más temible es nuestro cuerpo, o la carne, ya que porque siempre está junto a ella, ya porque es la más tenas; de modo que puede decirse que todos los días le arma asechanzas para hacerla caer en pecado. Es un potro indómito que fácilmente se desboca, que difícilmente obedece al freno o se reduce a servir al espíritu para que fue formado; de suerte que por poco que se le suelte la rienda, no solo exigirá lo justo y lo que racionalmente debemos con cederle como necesario, sino que nos arrastrara a la pasión. No debemos olvidar que al cuerpo hemos de cuidarlo cual cuidaríamos lo necesario para servirnos del, y no para regalarlo, so pena de que poniéndose demasiado lozano, no admitiera el yugo o arrojarse la carga. Lo propio, pues, hemos de hacer con el cuerpo; esto es, hemos de darle lo que necesita para vivir y trabajar; pero no para regalarlo, so pena también de que, lozaneando, se haga indómito y nos arrastre a todos los desordenes, haciéndonos vivir, no según la razón, sino según la pasión, cual animales irracionales, y aun peor, por cuanto aquellos están dotados y son regidos por instinto natural, lo cual sin disputa llega a faltar a la persona que vive según la pasión.

Como el médico al encargarse de un enfermo le ordena al punto la dieta, esto es que se prive de comer y beber, no solo en la cantidad, sino también en la calidad de ciertos alimentos que conoce serle nocivos, ordenándole también que se preserve de los aires poco sanos y de conversaciones, recetándole al mismo tiempo las medicinas más a propósito para la restauración de la salud, así, ni más ni menos, es indispensable tratar a nuestro cuerpo, enfermo de las pasiones y de malas inclinaciones. Es preciso empezar por la dieta, privándole o moderándole aquellos manjares o bebidas que pueden irritar a dar empuje a las pasiones, apartando de aquellas personas y lugares que pueden traerle algún perjuicio espiritual, propinándole al propio tiempo ciertas mortificaciones, cual otras medicinas, bajo el consejo de un prudente y sabio director; o, a lo menos, sufrir con paciencia y sin quejas aquellas cosas que nos mortifican sin buscarlas, ora vengan de los prójimos, ora de los animales e insectos, o ya, por último, de los elementos o de la naturaleza; como, por ejemplo: sufrir con paciencia y con espíritu de penitencia el frio y el no poderse calentar o arrimarse a la lumbre en invierno, el dolor de cabeza en primavera, y el calor las moscas, pulgas, etc., en verano y otoño.

Conozco yo a cierta persona que, cuando las pulgas le pican, se habla de esta suerte a sí misma: "Mirad: estos bichos pican así a los mortales, porque el primero y padre de ellos cometió un solo pecado; si, pues, por un solo pecado de uno pican a todos los mortales, ¿con cuanta mas razón todos deberían picarte a ti que tantos pecados has cometido?" Y los deja que hagan su deber picando y cebándose en el, sufriendo con la mayor paciencia y en espíritu de penitencia esta mortificación(I). Si tu no alcanzas a tanto porque tienes menos virtud, se, a lo menos, un poco mas sufrido que hasta aquí; piensa que mas padecerás en el infierno, adonde iras si tienes la desgracia de morir en pecado mortal, o en el purgatorio, adonde indispensablemente iras si no te mortificas ahora, o no haces penitencia de las faltas veniales o del reato de las mortales, aun cuando estén ya confesadas; porque ya te acordaras que dice el Catecismo que con el sacramento de la Penitencia se perdonan las penas del infierno, pero no todas las del purgatorio que merece el pecador.

Bueno y muy útil te seria que hicieras también alguna otra mortificación voluntaria, a imitación de San Pablo, quien decía: castigo a mi cuerpo para reducirlo a que sirva al espíritu; pero antes de practicar las mortificaciones voluntarias, consúltalo con humildad y docilidad con tu director, y el, haciéndose cargo de tu salud, ocupaciones y otras circunstancias, te dirá lo que puedes hacer que sea más agradable a dios.

(I) Este era el mismo Santo, que se pone, por modestia, en tercera persona.

viernes, 7 de agosto de 2009

MORTIFICACIÓN DEL TACTO POR SAN ANTONIO MA. CLARET


Nunca hagas ni toques cosa alguna fea, porque ya sabes que eso es un horrendo pecado; te abstendrás también de aquella costumbre indecente y baja que tienen algunos de juguetear y agarrarse, y otros enredos semejantes, por ser cosa intolerable e indecorosa; no eches en olvido aquel adagio: juego de manos, juego de villanos. No solo, pues no lo has de hacer con personas de otro sexo, sino tampoco con las del propio; y no solo por ser contra la buena educación, sino también peligroso para la castidad.

DEBERES TOCANTES A LA CASTIDAD

En el sexto y noveno Mandamientos se nos ordena la castidad propia de cada estado, en pensamientos, palabras y obras. El objeto de estos dos Mandamientos es la salvaguardia de preciosa virtud de la castidad, llamada por antonomasia la virtud angélica. Ambos Mandamientos prohíben, por lo tanto, las acciones, las palabras y los pensamientos y deseos, o sea todos los pecados de impureza o lujuria.

Naturaleza de la castidad.- Castidad es una virtud moral que refrena los apetitos carnales y los pone en orden. Consiste, pues, en una voluntad inquebrantable de no cometer ninguna especie de impureza; o, en otros términos, de abstenerse de placeres sensuales ilícitos.

Medios para guardar la castidad.-

1º Medios : a) La frecuencia de los Sacramentos y especialmente la asistencia a la Santa Misa diariamente y la sagrada Comunión diaria. b) La oración asidua y fervorosa, pidiendo a Dios su gracia para conservar la pureza. c) La devoción filial a la Santísima Virgen --en especial el rezo del Santo Rosario diariamente--, y a los santos que más se distinguieron en esta virtud. d) La modestia, y recato de los sentidos, especialmente el de la vista, porque los ojos son las ventanas por donde entra la muerte en el alma. e) La mortificación y el amor al trabajo, porque la inmortificación hace las pasiones indomables y la ociosidad engendra todos los vicios. f) Fomentar el santo temor de Dios con el recuerdo de las postrimerías. g) Resistir con prontitud las primeras embestidas de las tentaciones: «Atajar al principio el mal procura; si llega a echar raíz, tarde cura», para ello es eficacísimo nada más sentir la más ligera punzada de tentación decir para uno mismo "Ave María purísima" con plena confianza.

2º Otros Medios: a) Apartarse de las ocasiones de pecar, como son las personas o amistades peligrosas, etc. b) Huir de los espectáculos indecentes, cines, bailes, lecturas, etc., que inciten a la lujuria. e) Evitar la intemperancia en la comida, y sobre todo en la bebida, que es lo que principalmente conduce a la deshonestidad

martes, 4 de agosto de 2009

MORTIFICACIÓN DEL GUSTO POR SAN ANTONIO MA. CLARET

De mil maneras se puede ejercitar la mortificación del gusto, y es de tanto interés que San Gregorio no titubea en afirmar que quien no procura antes vencer la gula en vano se prometerá vencer los demás vicios.

Téngase, pues, como máxima inconcusa, o como principio fundamental, que el hombre no ha de vivir para comer y beber, sino ha de comer y beber par vivir. Se ha de comer y beber para sustentar la naturaleza y no para regalar los sentidos; y estos principios son los que han de regular la cantidad y calidad de los alimentos. El que no se mortifica en la comida-decía Santa Catalina de Siena - es imposible que pueda guardar su inocencia pues por la gula se perdió Adán.

Toda destemplanza en la comida y bebida es perjudicial al cuerpo y al alma. Ya no se duda que la mayor parte de las enfermedades son efecto de la gula. Las apoplejías, las diarreas, las obstrucciones, los dolores de estomago, los de costado, y otros males que sería largo enumerar, comúnmente no reconocen otra causa que los excesivos alimentos. Pero estas enfermedades corporales aunque grandes males, son muy insignificantes en comparación de los males espirituales que acarrea la gula.

Es imposible -decía Casiano -, es imposible que no experimente tentaciones impuras el que está lleno de comida; y he aquí porque los santos que tan alto aprecio hacían de la castidad , refrenaban con tanto cuidado la gula. Dice Santo Tomas que cuando el demonio tienta con la gula a una persona y es vencido, deja ya de tentarla con la impureza.

San Jerónimo, escribiendo a la Santa Virgen Eustoquia, el vino y la mocedad- decía - son un doble incentivo del deseo de ilícitos placeres. Y entre otras cosas, añadía: Te aviso que, como esposa que eres de Jesucristo, huyas del vino como de un veneno. Y Salomón, en los Proverbios, dice: El vino es lujurioso; es el cebo de la incontinencia; y luego pregunta: ¿Para quien serán los lamentos? ¿No es verdad que serán para los dados al vino y que procuran apurar las copas? Porque sabe todo esto Satanás, que se huelga de nuestra desgracia en este y en el otro mundo, ha hecho abrir tantas tabernas, figones, cafés, y fabricas de licores, que son como otras tantas fabricas de pólvora para hacer guerra a la castidad y demás virtudes, porque de la impureza nacen todos los males, hasta la herejía, según nuestro adagio: No hay hereje sin mujer.

Y así, para librarte de tamaños males, anda alerta con la comida y bebida: nunca entres en taberna, café o figón sino por necesidad, no comas ni bebas sino en las horas acostumbradas, y entonces, echa la bendición sobre la comida antes de empezar a comer, y al concluir da por ella gracias a Dios. No quieras hacerte semejante a aquellos animales inmundos que puestos debajo de la encina, tragan la bellota sin levantar su cabeza para mirar a quien les prodiga el regalo; antes bien, al comenzar a tomar alimento levanta tu pensamiento a Dios y de vez en cuando dile interiormente: Señor, ni cómo ni bebo para deleitarme en estas cosas, sino para alimentarme y tener fuerzas para serviros. Mas no por esto quiero decir que sea una falta el sentir gusto en la comida, porque eso es natural y bien ordenado por Dios; pero si lo sería si se comiera por el gusto como por único fin. No es lo mismo comer con gusto que comer por gusto: lo primero es licito, porque sin el incentivo del gusto, ¿quien comería? Lo segundo es pecado o defecto, porque es invertir el orden; es colocar el fin en lo que solo es medio o instrumento; es gozar de lo que solo se debe usar; es en fin, destruir aquella máxima que dejamos sentada, a saber: que el hombre no ha de vivir para comer y beber, sino beber y comer para vivir.

Es un acto de mortificación muy loable el no quejarse jamás de la comida o bebida: que el superior vele en favor de los demás, está muy puesto en razón; pero un particular nunca diga que esta crudo o cocido, frio o caliente, soso o salado, sino que coma lo que traigan y del modo que lo traigan, a no ser que conozca serle dañoso al cuerpo o al alma, como si fuese cosa que le hubiese de causar alguna indisposición o que se opusiera a algún precepto. Santo Tomas nunca pidió comida alguna en particular, y siempre decía que con lo que le presentaban quedaba satisfecho. San Ignacio jamás rehusó plato alguno, ni se quejo aunque estuviera mal cocido o mal guisado.

San Juan Clímaco también comía de todo y muy despacio esperaba que los demás fueran comiendo, para concluir juntos. También es un excelente mortificación privarse o abstenerse de aquellas viandas o frutas que son más del propio gusto y haciendo con disimulo se pueden practicar muchos actos de virtud, presentando u ofreciendo a Dios estos sacrificios u obsequios, llevando la cruz de Cristo, y no ser como aquellos de quienes con lagrimas se lamenta San Pablo que son enemigos de la cruz de Cristo y cuyo Dios es el vientre.

lunes, 3 de agosto de 2009

Con motivo del 150avo aniversario de la muerte de san Juan María Vianney.



El Santo Padre Benedicto XVI ha instituido ciertos días para ganar Indulgencias Plenarias y uno de ellos el día de mañana 4 de Agosto. Con motivo del 150avo aniversario de la muerte de san Juan María Vianney.

Ofrezcamos estas Indulgencias Plenarias especialmente por los sacerdotes que se encuentren en el purgatorio. Por los que de alguna manera fueron olvidados pidamos al Santo Cura de Ars. interceda por el perdón de sus pecados. Y si lográramos obtener la libertad de un sacerdote del purgatorio. ¡Tendríamos un amigo mas en el cielo! ¡Un Santo más que pediría por nuestra alma!

Pidamos por nuestro obispo Thomas J. Olmsted y por todos los obispos del mundo para que El Espíritu Santo los guie con ese amor que invita a entregarse al sacrificio por los demás. Y por la santidad de todos los sacerdotes del mundo especialmente por aquellos que de alguna manera son presas fáciles del demonio.

San Juan Vianney era muy devoto de Santa Filomena. Existía un perfecto entendimiento entre el Cura de Ars y la Santa. La eligió como su patrona y el sentía su presencia constantemente. La llamaba con los nombres más tiernos y familiares y no dudaba en inducir a otros a que invocaran su intercesión en sus necesidades de cuerpo y alma. San Juan María Vianney le compuso esta Letanía. Aprovechemos este regalo que nos dejo el Santo Cura de Ars.


LETANIA DE SANTA FILOMENA
(Compuesta por San Juan Vianney)

- Señor, ¡ten piedad de nosotros!
- Cristo,¡ten piedad de nosotros!
- Señor, ¡ten piedad de nosotros!

- Cristo óyenos,
- Cristo escúchanos,
- Dios, Padre celestial, ¡ten piedad de nosotros!
- Dios Hijo, Redentor del mundo, ¡ten piedad de nosotros!
- Dios Espíritu Santo, ¡ten piedad de nosotros!
- Trinidad santa, un solo Dios, ¡ten piedad de nosotros!

Santa María, Reina de las Vírgenes, ¡Ruega por nosotros!
- Santa Filomena, llena de abundantes gracias desde la cuna,
- Santa Filomena, fiel imitadora de María,
- Santa Filomena, modelo de virginidad,
- Santa Filomena, templo de la más perfecta humildad,
- Santa Filomena, inflamada con celo por la Gloria de Dios,
- Santa Filomena, víctima del amor de Jesús,
- Santa Filomena, ejemplo de fortaleza y de perseverancia,
- Santa Filomena, campeona invencible de castidad,
- Santa Filomena, espejo de las más heroicas virtudes,
- Santa Filomena, firme e intrépida ante los tormentos,
- Santa Filomena, flagelada igual que tu Divino Esposo,
- Santa Filomena, Atravesada por una lluvia de flechas,
- Santa Filomena, encadenada y consolada por la Madre de Dios,
- Santa Filomena, Curada milagrosamente en prisión,
- Santa Filomena, confortada por los ángeles en tus tormentos,
- Santa Filomena, que preferiste tormentos y muerte antes que los esplendores de un trono,
- Santa Filomena, que convertiste a los testigos de tu martirio,
- Santa Filomena, que consumiste la furia de tus verdugos,
- Santa Filomena, protectora de los inocentes,
- Santa Filomena, patrona de la juventud,
- Santa Filomena, refugio de los desventurados,
- Santa Filomena, salud de los enfermos y de los débiles,
- Santa Filomena, nueva luz de la Iglesia militante,
- Santa Filomena, que confundes la impiedad de nuestro siglo,
- Santa Filomena, que reanimas la fe y el valor de los fieles,
- Santa Filomena, cuyo nombre es glorioso en el Cielo y terrible en el infierno,
- Santa Filomena, hecha ilustre por los más espléndidos milagros,
- Santa Filomena, poderosa junto a Dios,
- Santa Filomena, que reinas en la gloria,
- Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ¡Perdónanos, Señor!
- Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ¡Escúchanos Señor!
- Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ¡Ten piedad de nosotros!

V. Ruega por nosotros, Santa Filomena
R. Para que seamos dignos de alcanzar la promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amen.

Oración. Te suplicamos, Oh Señor, que por la intercesión de Santa Filomena, Virgen y Mártir, que siempre fue agradabilísima ante tus ojos por razón de su eminente pureza y la práctica de todas las virtudes, perdonarnos nuestros pecados y concédenos todas las gracias que necesitamos (mencione aquí la gracia que desea obtener). Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.




Reliquia del corazón del Santo Cura de Ars ante la cual el Papa Benedicto XVI rezó la siguiente oración en la inauguración del Año Sacerdotal 19-junio-2009

Oración del Papa Benedicto XVI con motivo del año sacerdotal

¡Señor Jesús!

En San Juan María Vianney Tú has querido dar a la Iglesia la imagen viviente y una personificación de tu caridad pastoral.

Ayúdanos a bien vivir en su compañía, ayudados por su ejemplo en este Año Sacerdotal.

Haz que podamos aprender del Santo Cura de Ars delante de tu Eucaristía; aprender cómo es simple y diaria tu Palabra que nos instruye, cómo es tierno el amor con el cual acoges a los pecadores arrepentidos, cómo es consolador abandonarse confidencialmente a tu Madre Inmaculada, cómo es necesario luchar con fuerza contra el Maligno.

Haz, Señor Jesús, que, del ejemplo del Santo Cura de Ars, nuestros jóvenes sepan cuánto es necesario, humilde y generoso el ministerio sacerdotal, que quieres entregar a aquellos que escuchan tu llamada.

Haz también que en nuestras comunidades –como en aquel entonces la de Ars– sucedan aquellas maravillas de gracia, que tu haces que sobrevengan cuanto un sacerdote sabe 'poner amor en su parroquia'.

Haz que nuestras familias cristianas sepan descubrir en la Iglesia su casa –donde puedan encontrar siempre a tus ministros– y sepan convertir su casa así de bonita como una iglesia.

Haz que la caridad de nuestros Pastores anime y encienda la caridad de todos los fieles, en tal manera que todas las vocaciones y todos los carismas, infundidos por el Espíritu Santo, puedan ser acogidos y valorizados.

Pero sobre todo, Señor Jesús, concédenos el ardor y la verdad del corazón a fin de que podamos dirigirnos a tu Padre celestial, haciendo nuestras las mismas palabras, que usaba San Juan María Vianney:

'Te amo, mi Dios, y mi solo deseo
es amarte hasta el último respiro de mi vida.
Te amo, oh Dios infinitamente amable,
y prefiero morir amándote
antes que vivir un solo instante si amarte.
Te amo, Señor, y la única gracia que te pido
es aquella de amarte eternamente.
Dios mío, si mi lengua
no pudiera decir que te amo en cada instante,
quiero que mi corazón te lo repita
tantas veces cuantas respiro.
Te amo, oh mi Dios Salvador,
porque has sido crucificado por mí,
y me tienes acá crucificado por Ti.
Dios mío, dame la gracia de morir amándote
y sabiendo que te amo'. Amén.