El apetito sensitivo encierra dos potencias: llamase la una irascible, y concupiscible la otra; estas dos potencias son el asiento de las pasiones. Por esta palabra , pasión, entendemos los movimientos del apetito sensitivo, que nos impulsan a conseguir un bien o a huir de un mal previamente conocido.
Once son las pasiones: seis de la parte concupiscible, y cinco de la parte irascible. Las seis primeras son: amor, odio, deseo, fuga, gozo y tristeza. Las cinco de la parte irascible son: esperanza, desesperación, temor audacia e ira.
Las pasiones, en sí mismas, ni son buenas ni son malas. Pueden compararse con los humores del cuerpo, que, si están bien equilibrados, causan o conservan la salud corporal; pero que, si se desconciertan, dan por resultado las enfermedades, y por fin la muerte.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario